domingo, 12 de septiembre de 2010

Dos o tres horas diarias de soledad, energia, salud, tranquilidad y concentración; es lo úncio que pido. Dos o tres horas para escribir lo que tengo que escribir y terminar lo que tengo que terminar.

Después, veré si valió la pena, si sirvió de algo o si tuvo algún valor lo que hice.

Después, que venga lo que tenga que venir.