jueves, 24 de enero de 2008

Quisiera, pero...

• Quisiera ser músico, pero nunca aprendí a tocar ningún instrumento (salvo la flauta y el bombo).

• Quisiera ser escritor, pero no me gusta lo que escribo.

• Quisiera ser millonario, pero quizá perdería libertad.

• Quisiera ser libre, pero no sé si llegaré a serlo.

• Quisiera irme de mi casa, pero no tengo a donde.

• Quisiera viajar por el mundo, pero no tengo cómo.

• Quisiera tener cómo, pero no trabajo (y no se si quisiera hacerlo).

• Quisiera tener buen físico, pero no dejo de comer y no hago ejercicios.

• Quisiera que no hayan empleados ni gente pobre, pero a veces soy una mierda con las personas que me sirven.

• Quisiera volver el tiempo atrás y arreglar algunas cosas, pero se que no es posible.

• Quisiera haberme despedido de mi abuela, pero fui un hijo de puta que no lo hizo.

• Quisiera que mi familia se sienta orgullosa de mí, pero creo que me ven como caso perdido.

• Quisiera vivir, al menos por un tiempo, en Europa, pero aun no hago nada por lograrlo… y cada día se ve más complicado.

• Quisiera que haya paz mundial y que todos se pongan de acuerdo, pero odio los trabajos grupales y me es difícil concordar con tres o cuatro personas.

• Quisiera no “terminar” tan rápido, pero… ustedes comprenderán.

• Quisiera poder hablar más, pero me gusta callar.

• Quisiera saber cuando callar, pero cuando hablo, muchas veces, hiero a quienes quiero.

• Quisiera que los próximos meses pasen muy lento, pero el tiempo pasa y en julio me gradúo.

• Quisiera saber que hacer después de graduarme, pero no se me ocurre nada y me siento desesperado.

• Quisiera dormir todo el tiempo, pero el tiempo pasa.

• Quisiera decirte que me gustas, pero no creo que a tu enamorado le guste.

• Quisiera escribir o corregir unos cuentos, pero tengo que hacer el trabajo de Producción Gráfica.

• Quisiera hacer el trabajo de Producción Gráfica, pero tengo que hacer el trabajo de Metodología.

• Quisiera hacer el trabajo de Metodología, pero estoy escribiendo esto.

• Quisiera nunca haber escrito esto, pero lo posteo.

domingo, 6 de enero de 2008

Herencia familiar

Post ideado hoy en la tarde, mientras estaba en el carro, rumbo a mi casa (regresando de la casa de mi tia). A ver qué sale.



Hoy domingo 6 de enero, celebramos el cumpleaños de mi abuela (paterna) con (casi) toda mi familia. O sea la familia Rodríguez (que es el apellido de mi abuelo).

Mi abuela falleció hace casi diez años, pero todos la tenemos presente siempre. Es una adoración y un cariño inmenso, inmensurable, pero totalmente sincero y merecido.

Al llegar a casa de mi tía, donde fue el almuerzo este año, vi un montón, una cantidad exorbitante de niños, hijos de mis primos y, sobretodo, primas.

Fue entonces cuando recordé lo que tantas otras veces había pensado: la continuación del apellido de la familia (que por lo demás, es un apellido súper común).

Pensé también en cómo hay apellidos que simplemente desaparecen.

Por ejemplo, por parte de mamá, mi abuelo tuvo tres hijas. Yo llevo su apellido (Dueñas), pero mis hijos, si es que los tengo, ya no… y así el apellido se perderá.

En el caso de mi familia paterna, es algo diferente.

Mi abuelita y mi abuelo (a quien no conocí porque murió cuando mi papá tenía 10 años), nacieron y vivieron en un lugar llamado Simbal, en Trujillo.

Como ocurría a menudo en tiempos pasados, mis abuelos tuvieron muchos hijos: DIEZ.

Mis tíos(as) son: Margarita, Virginia, Digna, Adelina, Elsira, Nimea (?), Paula, Javier y Abelardo. El otro hermano es José, mi papá.

Como se puede leer, tengo muchas tías: siete. Estás tías, siguiendo la “línea” de mis abuelos, han tenido varios hijos (sobretodo mujeres), y casi todas ya tienen nietos (e incluso bisnietos). Pero estos últimos ya no llevan el apellido.

En cuanto a los hombres, los que se supone que llevaran el apellido, sólo quedan dos.

Abelardo, uno de los hermanos mayores, se fue tras una mujer hace muchos años, antes que yo naciera, y nunca más volvieron a verlo. Todos lo dan por muerto.

Entonces, sólo quedan mi tío Javier y mi papá.

Mi tío tiene dos hijas y un hijo, Martín. Mi papá, tiene una hija y dos hijos (uno de ellos soy yo).

Si reunimos a toda mi familia, somos más de cien. Hoy escuché que una de mis tías tiene, entre nietos y bisnietos, como 16. Creo que mi familia es ninfomanía.

De esos más de cien, sólo quedamos tres hombres que pueden mantener el apellido vivo: mi primo Martín, mi hermano y yo.

En este momento, a esta edad, no me interesa tener hijos, y muchas veces he pensado que tampoco me interesaría mucho tenerlos en un futuro. Pero quién sabe.

La familia, a manera de broma (espero), nos ha dicho que nos “pongamos las pilas”.

Hoy en la tarde, mientras me divertia y estaba tan a gusto escuchando a mi familia converzar y bromear, y viendo como los niños corrían y jodían como mis primos y yo lo haciamos años atrás, me di cuenta de algo:

que sólo nos queda, a los tres encargados, tirar como locos para mantener el apellido, y no borrar de la faz de la tierra a la estirpe de los Rodríguez, que tanto esfuerzo (sobretodo sexual), les costó a mis ancestros crear.


(P.D. En realidad, como familia, no vamos a desaparecer. Con tanto niño que vi hoy, y los planes de seguir trayendo más gente al mundo de mis primos, creo que es muy dificil que esto termine. Felizmente.)